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Ante el intento institucional y de las Industrias culturales de convertir el Palacio de la Proclamación, sede histórica de nuestra Independencia, en una Boutique cultural y sin demeritar la importancia que asiste a nuestro premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, Las Meninas emputas denunciamos que:
1- Glorificar a Gabo a costa de profanar la memoria de Pedro Romero, despojándolo de sus triunfos históricos y tomando posesión de sus símbolos, con la única intención de sembrar sobre sus cenizas la nueva historia de Cartagena, es ocultar de manera grave, deliberada y con pleno consentimiento, el día en que los esclavos cartageneros fueron ciudadanos con derechos, y se liberaron para siempre de la tiranía de los blancos.
2- Suprimir la historia de la rebeldía ocultando la resistencia y el empute de los condenados de siempre, es una estrategia contemporánea utilizada para borrar del imaginario colectivo los hechos políticos y sociales que se han enfrentado al poder colonial ahora revivido también como capitalismo cultural, con el único fin de imponer una historia oficial, mansita y fiel a los poderes de turno y evitar que puedan repetirse los brotes de inconformismo que en el pasado lograron su Independencia.
3- Utilizar el edificio de nuestra Independencia para resguardar y proteger perversamente un periodismo cultural que para lo único que ha servido es para posicionar las industrias culturales y ocultar las identidades y los procesos populares es lo mismo que negar a nuestro líder y esperar cínicamente a que el Gallo cante tres veces.
4- Pedro Romero líder de nuestra Independencia se queda AQUI, porque este lugar le pertenece y es quien puede darle sentido al Palacio de la proclamación lugar y sede de nuestra independencia.
Cartagena, Plaza de la Proclamación,
5 de enero de 2018.
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